Nuestro sencillo homenaje a Vicente Lozano, nuestro compañero.

Querido Vicente.

Entre las frías nubes de estos primeros días de enero emprendiste tu vuelo, un vuelo que llegó demasiado pronto, y a pesar de tu lucha continua e infatigable, la vida decidió escabullirse sin contar contigo.

Tus alas se extenderán para acompañarnos en nuestro día a día. Nos has dejado tus conocimientos plasmados en publicaciones para continuar consultando dudas y pedirte consejo. Nos dejas tu profesionalidad a nuestra disposición y esos buenos momentos vividos contigo entre los pasillos de este Hospital, tu sonrisa, tus locuras, unos recuerdos imborrables que llevaremos en nuestros corazones. No vamos a despedirnos, pasaste por nuestras vidas dejando una huella profunda y marcada y continuaremos contigo cada vez que el aire mueva las hojas de un libro y tus palabras impresas en él vuelen como hojas caídas de un árbol, para cubrir nuestras vacilaciones. Siempre estarás volando a nuestro lado, rozando nuestras alas.

Amabas nuestra profesión y te agradecemos todo el legado que nos dejas.

Gracias compañero por abrirnos las puertas a la investigación aportando tu trabajo y tu esfuerzo, gracias por dejar plasmado por escrito tus conocimientos para que sirvan de base a los demás, animando al resto de profesionales con tu ejemplo, gracias por tu colaboración con nosotros, incluso en momentos críticos para ti, gracias por tu profesionalidad y tu saber estar, gracias por tu compañerismo, gracias por cruzar tus pasos en nuestros caminos y dejar que caminásemos junto a ti, gracias por enseñarnos y por quedarte con nosotros a través de tu trabajo y tu buen hacer.

GRACIAS COMPAÑERO.