La higiene mental también ayuda a combatir el coronavirus

Mª Ángeles PozueloPor: Mª Ángeles Pozuelo.
Psicóloga clínica del Hospital Nacional de Parapléjicos.

 

Nos encontramos ante una situación sin precedentes que nos ha pillado a todos por sorpresa. Me gustaría hacer un análisis de la misma y ver cómo está afectando a pacientes, familiares y profesionales.

Cómo nos afecta la situación actual y qué reacciones se desencadenan

Tanto pacientes, familiares, profesionales y población en general, nos hemos tenido que adaptar a las circunstancias impuestas por el Estado de Alarma derivado de la pandemia del conavirus.

Si ya de por sí es difícil el afrontamiento de una lesión medular, en estas circunstancias se multiplican las consecuencias derivadas de la misma pudiendo aparecer síntomas que sin la pandemia no hubieran aparecido. Vengo observando que el miedo es una de las reacciones más frecuentes. El “miedo al contagio”, si cabe, pasa a ocupar un lugar primordial por delante del miedo a no recuperar funciones. “El virus mata”, la lesión, no”.

Asimismo, el hecho de que hayan tenido que tomarse medidas restrictivas respecto a los tratamientos, habiéndose reducido el mismo a un tratamiento limitado en planta, lleva a que los pacientes teman que su recuperación no sea eficaz y que el período de rehabilitación se reduzca para liberar camas.

Pero estos miedos, no son exclusivos de los pacientes sino también de sus familias que, en la distancia, temen que sus seres queridos se contagien o sean dados de alta antes de tiempo.

 

Modelo de intervención en Crisis

Relativo al paciente

En nuestra Área, la de la Salud Mental, hemos tenido que introducir cambios en nuestro modelo de intervención pasando a ver a los pacientes en la planta de hospitalización con lo que ello implica de menor privacidad, encuadre que limita mucho nuestra intervención, A ello se añade el uso de medidas de protección y la distancia de seguridad que hay que poner entre el paciente y nosotros que, en la relación psicoterapéutica, genera una barrera importante.

Nuestras intervenciones se enmarcan en un modelo de Psicoterapia Breve propio de situaciones de urgencia o crisis.

Los pacientes, además, necesitan más apoyo en estos momentos por este tsunami que los ha dejado sin apoyo familiar y por la preocupación sumada de cómo estarán ahí fuera sus familiares al libre albedrío del “contagio”.

El hecho de que las intervenciones sean breves no significa que pierdan calidad. Estas intervenciones van muy encaminadas a la exploración de psicopatología que pueda aparecer a consecuencia de la crisis y todo lo derivado de ella (miedo, ansiedad, estrés, sueño no reparador, entre otros). Asimismo, nuestra intervención pretende dotar al paciente de herramientas para el manejo del malestar generado por la enfermedad, la hospitalización y la situación de deprivación sociofamiliar debida al confinamiento. Se les proporcionan recursos de apoyo y se favorece el seguimiento por correo electrónico en los casos que tengan dispositivos para tal fin.

 

Relativo a la familia

En lo que a la familia se refiere, también se ha producido un cambio en el modelo de intervención por nuestra parte. Las entrevistas presenciales han dado paso a las entrevistas telefónicas y al intercambio de correos  electrónicos. La intervención telepsicológica (llevada a cabo a distancia con ayuda de la tecnología), en el caso de la familia, me está sorprendiendo positivamente por lo que de enriquecedora está resultando. El hecho de que las familias estén en sus casas, les da más confianza y seguridad y nos aportan mucha información por teléfono sobre el paciente y ellas mismas. El no estar cara a cara y en igualdad de posición (ausencia de especialista con bata blanca, que impone), facilita la comunicación porque elimina las barreras de la misma. Considero, asimismo, que la nueva situación derivada del confinamiento y necesitados de comunicación hace que comuniquen más y mejor.

Este tipo de intervenciones es más inmediato y resulta muy útil en la situación de emergencia que estamos atravesando. Seguimos insistiendo en la máxima de “cuidar al cuidador” para que éstos puedan seguir cuidando a la larga. No se detienen los cuidados por el confinamiento sino todo lo contrario, se deben de acentuar más, si cabe, y enfocarlos a la prevención para evitar que se cronifiquen algunos síntomas que puedan aparecer.

Se trata de “sostener” a las familias y dotarlas de herramientas de manejo de su dolor que está aún más agudizado por la incertidumbre de la pandemia. En el caso de que fuese necesario el tratamiento psicofarmacológico, derivamos a Especialista de Área.

Existe en la literatura evidencia científica sobre estas intervenciones. Numerosos estudios y meta análisis muestran la eficacia de la terapia telepsicológica desde determinados enfoques. (Andersson, Rozental, Rück y Carlbring, 2015; Grist y Cavanagh, 2013)

En lo que a los recursos de apoyo se refiere

Gracias a los recursos multimedia, se puede intercambiar, para un porcentaje no despreciable de pacientes y sus familiares, cantidad de recursos en diferentes formatos (mp3, mp4, PDF, páginas web, vídeos youtube, etc.). En nuestro caso en particular, estamos apoyando con recursos de relajación-meditación-yoga, pautas de higiene de sueño, entre otros.

Relativo a los profesionales

Se están desplegando infinidad de recursos desde la Coordinación Regional de Salud Mental que se están intercambiando en red y que nos proporciona mucha ayuda a los profesionales (Guía de Apoyo en Duelo con o sin despedidas, Guías de manejo del confinamiento en la infancia). Otras Instituciones están también elaborando documentos (dípticos, trípticos o pequeños dossier de cuidados para los profesionales desde la perspectiva de la Salud Mental, recomendaciones de expertos sobre higiene de sueño, etc.).

Algunos profesionales tienen que enfrentarse a verdaderos dilemas éticos así como comunicar malas noticias con lo que ello conlleva.

Es importante, por tanto, que sean conscientes del desgaste, estrés y malestar emocional generado por la enfermedad y sepan pedir ayuda cuando la situación les desborde. Mi impresión es que son poco conscientes de la factura que esto puede pasarles a la larga.

Medidas de higiene emocional

Al igual que las medidas físicas para parar el virus se han generalizado e interiorizado en la población y los profesionales, cuesta más, a mi juicio, interiorizar y aplicar las medidas de higiene mental. La salud mental siempre ha estado a la cola y se ha minimizado mucho su importancia e influencia en el bienestar general.

El hecho de que nos haya sorprendido la pandemia unido al hecho de la incertidumbre del proceso, hacen que se deban de implementar estrategias para afrontar el estrés y el malestar psicológico generado por la misma.

Es importante establecer unas rutinas, horarios, pautas de higiene del sueño, entre otras, ya que el hecho de estar confinados puede favorecer el “abandono” y despreocupación, pérdida de autocuidado, etc.

No estamos acostumbrados a  parar el reloj y tener espacios propios y momentos de ventilación emocional. Ahora, podríamos decir que son indispensables para afrontar la crisis en la que estamos sumidos.

Actitudes de los profesionales

No puedo cerrar mi intervención sin destacar el impecable papel de los profesionales durante la crisis. No solo hacen el trabajo que les compete a cada uno por su rol sino que están desempeñando funciones de apoyo emocional a pacientes y familiares. No hay que olvidar que en el Hospital Nacional de Parapléjicos la familia realizaba una serie de tareas que ahora les está correspondiendo realizar a los trabajadores con el plus que ello conlleva. Con todo y con eso, se están involucrando con el apoyo mediante dispositivos móviles, algunos los suyos personales, o portátiles para conectarles video llamadas o skype.

Asimismo, destaco esos comportamientos valientes, realmente profesionales y vocacionales de los profesionales que están en primera línea.

Por mi parte, he aprovechado mi página web para dedicar una entrada a la situación generada por la pandemia del COVID-19,  actualizándola cada día.

http://afrontandolesionmedular.blogspot.com/2020/03/es-inevitable-hablar-del-coronavirus.html

Método de relajación de Schultz, una de las herramientas que utilizamos en Psicología del Hospital Nacional de Parapléjicos para ayudar a los pacientes a controlar el estrés y la ansiedad en una situación complicada.

Disponible en:

https://bit.ly/3biYoud