Mª Jesús Bocos y Ana María Escobar, enfermeras del área de hospitalización infantil y del Hospital de Día del Hospital Nacional de Parapléjicos, han elaborado dos estudios sobre cómo afectan los cambios que se dan en la pubertad y la adolescencia en niños y jóvenes con lesión medular.
Los dos estudios, que llevan por título “Pubertad y lesión medular” y “Adolescencia, sexualidad y lesión medular. Todo un reto”, dan a conocer cómo experimentan los cambios físicos y psicológicos que se dan en estas dos etapas de la vida los jóvenes con lesión medular, y cómo desarrollan una faceta tan importante como es la sexualidad durante la adolescencia.
Tal y como explica la enfermera del Hospital de Día de Parapléjicos, Ana María Escobar “el objetivo de estos estudios es saber cómo impactan los cambios que se dan durante la pubertad y adolescencia en nuestros pacientes, para poder abordarlo de manera pormenorizada, ya que estas dos etapas vitales son clave en el desarrollo y están caracterizadas por importantes cambios tanto a nivel fisiológico como psicológico”.
En este sentido, para el estudio sobre pubertad, se valoraron los síntomas existentes en la inestabilidad esfinteriana, tanto a nivel vesical como intestinal, así como los posibles cambios en la tensión arterial que se dan en pacientes con una lesión medular durante la pubertad; también se hizo una valoración de las diferencias que existen en estos aspectos entre ambos sexos.
Los resultados del estudio muestran que a nivel vesical los pacientes con una lesión medular durante la pubertad presentan escapes, un aumento en la aparición de infecciones de orina y la necesidad de incrementar el número de sondajes; mientras que a nivel intestinal son habituales las impactaciones fecales que precisan de laxantes rectales y enemas.
Con respecto a la tensión arterial, “lo habitual es que las personas con lesión medular al ponerse de pié sufran una hipotensión, sin embargo los pacientes que están en plena pubertad experimentan un aumento de la tensión arterial”, explica Ana Mª Escobar.
En lo que respecta a las diferencias entre chicos y chicas, los resultados obtenidos muestran que las chicas presentan, sobre todo, cambios en el sistema vesical, mientras que ellos sufren más cambios o síntomas a nivel intestinal. Además, los pacientes que presentan síntomas o cambios en la tensión arterial son, fundamentalmente, chicos.
Adolescencia y sexualidad, el gran reto
Además del trabajo sobre pubertad en la lesión medular, Mª Jesús Bocos y Ana María Escobar realizaron un segundo estudio para analizar cómo influye una lesión medular en la sexualidad durante la etapa vital posterior a la pubertad, es decir, durante la adolescencia y, más específicamente, analizar las necesidades propias de cada sexo.
Tal y como explica la enfermera del área de hospitalización infantil del Hospital de Parapléjicos, Mª Jesús Bocos “una de nuestras inquietudes era saber si la sexualidad tiene la misma importancia para los adolescentes de ambos sexos, antes y después de tener una lesión medular y conocer qué fuentes de información y de formación consultan estos jóvenes para abordar temas o dudas relacionadas con la sexualidad”.
En este sentido, el estudio muestra que la sexualidad sigue siendo igual de importante para los adolescentes, ya sean chicos o chicas, tras sufrir una lesión medular. “Lo que sí ha cambiado es la fuente de información. Antes de la lesión, los adolescentes resolvían sus dudas sobre sexualidad hablando con amigos o consultando internet; sin embargo, tal y como muestra el estudio, tras la lesión los adolescentes prefieren hacer sus consultas sobre sexualidad a los profesionales sanitarios, aunque internet sigue siendo un recurso bastante utilizado”, añade.
Con respecto a las necesidades que les surgen a ambos sexos sobre su sexualidad “antes de la lesión medular a los chicos les preocupaba poder dar y recibir placer, junto con gustar al otro, mientras que después de la lesión, el dar y recibir placer les sigue preocupando pero les inquieta bastante su fertilidad. Todo esto en contraposición con lo que les preocupa a las chicas, quienes tanto antes como después de la lesión, lo que más les importa es gustar al otro”, explica Mª Jesús Bocos.
“El estudio evidencia la importancia de establecer programas de educación sexual en los que actúe un equipo multidisciplinar formado por médicos rehabilitadores, enfermeros y psicólogos. Asimismo es necesario instaurar charlas periódicas donde los adolescentes expresen la manera en la que admiten y sienten su sexualidad; con todo esto se pretende potenciar su autoestima, autoconcepto y autoimagen”, concluye.